Salud

CCSS advierte sobre los peligros del ruido excesivo

  • Institución advierte sobre los riesgos de la exposición prolongada a niveles de ruido excesivo: estrés, alteraciones del sueño, ansiedad, irritabilidad, hipertensión, pérdida auditiva permanente, entre otros.
Redacción/noticias@periodicomitierra.com |
CCSS advierte sobre los peligros del ruido excesivo

“Un ambiente sonoro saludable es esencial para el bienestar físico y mental. Crear conciencia sobre los efectos del ruido excesivo es fundamental para promover hábitos que contribuyan a la mejora de la calidad de vida”. Con esta afirmación, especialistas en otorrinolaringología (ORL) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) exhortaron a la población a reforzar los hábitos saludables que promuevan cambios en el comportamiento con respecto al ruido y a mantener los cuidados necesarios para preservar la salud del oído.

El llamado se realizó en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Audición, declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concientizar a las personas sobre cómo prevenir la sordera y la pérdida de la audición, así como para promover la salud auditiva en todo el mundo.

De acuerdo con la doctora Gisela Rodríguez Monge, especialista en ORL del hospital San Juan de Dios, cuando una persona se expone a un sonido de alto volumen por tiempo prolongado, además de causar molestias, podría provocar efectos negativos en la salud, como estrés, alteraciones del sueño, ansiedad, irritabilidad, hipertensión, disminución de la atención y pérdida auditiva, la cual puede ser irreversible.

“La exposición sostenida a entornos ruidosos puede llevar a una persona a sufrir consecuencias serias, como la pérdida auditiva permanente, u otras menores pero igualmente importantes, como tinnitus (zumbido en los oídos), estrés y otras alteraciones que pueden impactar negativamente en su calidad de vida”, advirtió la especialista.

Según explicó, los niveles de ruido se miden en decibeles. Por ejemplo, una conversación normal suele estar entre 40 y 60 decibeles, mientras que el ruido generado por el tránsito en zonas urbanas podría alcanzar los 85 decibeles.

“El riesgo está cuando nos exponemos a niveles superiores a los 85 decibeles debido a los daños auditivos que podrían generar. Por ejemplo, escuchar música a un volumen muy alto con audífonos puede superar los 100 decibeles, lo que es potencialmente dañino. Además, la exposición regular a entornos ruidosos, como conciertos o bares, sin la protección adecuada, es un hábito común que podría dañar la audición”, aseguró.

Además de las manifestaciones que el exceso de ruido puede generar a corto plazo, la doctora Rodríguez aseguró que sus efectos también podrían ser progresivos, ocasionando una pérdida auditiva gradual e irreversible si no se toman medidas preventivas.

Si bien el riesgo de sufrir esta afectación aumenta en cualquier persona expuesta a ruidos por encima de los niveles recomendados, existen grupos con mayor riesgo, como quienes trabajan en entornos con ruido intenso (construcción, fábricas, aeropuertos, músicos, entre otros).

Asimismo, personas que utilizan audífonos con volumen alto durante periodos prolongados, adultos mayores cuya pérdida auditiva podría estar relacionada con la edad, personas con antecedentes familiares de pérdida de audición o pacientes con infecciones recurrentes en el oído o con enfermedades como diabetes e hipertensión, que pueden afectar la audición.

CONSEJOS PARA REDUCIR LOS NIVELES DE RUIDO Y MANTENER UN OÍDO SANO

  • Evite los ruidos fuertes: use tapones o protección para los oídos en ambientes ruidosos.
  • Utilice audífonos con volumen moderado y por periodos limitados.
  • Limpie los oídos adecuadamente: no utilice hisopos o aplicadores de algodón dentro del oído, ya que pueden empujar la cera hacia adentro y causar tapones.
  • Mantenga los oídos secos: séquelos bien después de nadar o ducharse para evitar infecciones.
  • Evite la automedicación: no utilice gotas u otros productos sin indicación médica.
  • Realice chequeos auditivos periódicos, especialmente si hay exposición frecuente al ruido o antecedentes familiares de sordera.
  • Fomente el cuidado auditivo en los niños: evite la exposición a ruidos fuertes desde pequeños y atienda cualquier signo de problema auditivo.

Adicionalmente, la doctora Rodríguez aseguró que, ante la presencia de disminución de la audición, se debe acudir a consulta para valoración médica y estar atento a cualquiera de las siguientes manifestaciones:

  • Dificultad para entender conversaciones, especialmente en lugares ruidosos.
  • Necesidad de subir el volumen de la televisión o radio más de lo habitual.
  • Sensación de zumbido o pitido constante en los oídos (tinnitus).
  • Sensación de presión o bloqueo en los oídos.
  • Mareos o problemas de equilibrio.
  • Necesidad frecuente de preguntar “¿qué?” o pedir a las personas que repitan lo que dicen.

Según registros del área de Estadística en Salud de la CCSS, durante 2024 un total de 84 579 personas fueron atendidas en los servicios de consulta externa por problemas relacionados con sordera. De ellas, 44 858 fueron mujeres, mientras que 39 721 fueron hombres.

Asimismo, 962 personas egresaron de los servicios hospitalarios con esta patología durante el mismo periodo, de las cuales 524 fueron hombres y 438, mujeres.

En lo que va de 2025, el balance estadístico reporta un total de 13 416 consultas atendidas por sordera en los servicios de consulta externa y 81 egresos hospitalarios que presentaron hipoacusia, algunos como diagnóstico asociado y otros como causa de ingreso cuando han sido operados para mejorar su audición. En ambos indicadores, la población adulta mayor es la más afectada por este diagnóstico.

Última actualización: 03/03/2025