Vexilología

La vexilología es una palabra prácticamente desconocida en nuestro medio, tanto porque es relativamente reciente, como por la falta de personas que se dediquen al desarrollo de esta ciencia social, que trata sobre el estudio de las banderas, pendones y estandartes.
Es que una bandera no es solamente un trozo de tela, de ciertas dimensiones y colores, y que se sujeta por uno de sus lados, a un asta, o se cuelga de un mástil con una cuerda llamada driza.
La importancia de una bandera no es que representa a una región, tal como un país, una provincia o un cantón; tampoco representa a una institución, como por ejemplo, un equipo de fútbol, un organismo internacional o una empresa. Esto es así porque ni las regiones ni las instituciones piensan o tienen sentimientos, éstas no se van a ofender o a enorgullecer por los méritos o fracasos de la gente. Y es aquí donde radica la mayor importancia de las banderas, porque éstas representan a las personas que viven en esas regiones o que se identifican con esas instituciones.
Esa representación de las personas, de la gente, es lo que le da valor a las banderas, de ahí la importancia de respetarlas. El respeto no es para el trozo de tela, sino para la gente que se abriga con ella.
La bandera debe tener el diseño y los colores que representen, efectivamente, a la gente de una región o de una institución en particular. Cuando de fútbol se trata, por ejemplo, es fácil identificarse con la tricolor, con la rojinegra, o ser morado. Con frecuencia, el color de la bandera de un determinado equipo se convierte en el distintivo para un pueblo o, viceversa, el equipo adopta la bandera del pueblo y la hace suya, entonces institución y pueblo se ven representados por la misma insignia. Siguiendo el mismo ejemplo del fútbol, los alajuelenses, heredianos y cartagineses se identifican con la misma bandera, tanto de las instituciones futbolísticas como de las cabeceras del cantón de donde es el equipo de fútbol. Eso permite que la gente de ese pueblo se identifique con el equipo, y que el equipo se identifique con el pueblo.
La mayor, la más importante de las banderas, es siempre la de la Patria, esa que nos abriga a todos. Es la que nos da identidad como pueblo independiente y diferente de los demás. Es la que, con orgullo, llevamos fuera de las fronteras y se la mostramos al mundo.
Dentro de los límites de la República, otras banderas son menos importantes porque nos dividen. Las de los equipos de fútbol, las de los cantones, las de las instituciones. La nacional nos une. Por eso aquellas vienen siendo menos importantes, pero tienen su importancia para el grupo de personas que las quieren y defienden. Representan un sentimiento, una pasión, una razón y una forma de ser…
Representa los más altos ideales y por eso ni el diseño ni los colores pueden ser antojadizos. La bandera debe representar, debe tener el peso de la idiosincrasia, de la cultura. Pero también, las banderas, sobre todo las de las regiones, como los países, por ejemplo, pueden tener colores muy similares, en virtud de los orígenes en común. Así por ejemplo, las banderas centroamericanas, con excepción de Costa Rica, son muy parecidas, porque alguna vez pertenecimos a la República Federal Centroamericana. (Dicho sea de paso, el decreto de la fundación de Grecia, como pueblo, del 27 de abril de 1838, se dio cuando pertenecíamos a la República Federal Centroamericana. Esa podría ser una explicación de los colores azul y blanco de la bandera de Grecia, anterior a la actual). Incluso Costa Rica, tuvo su bandera de colores similares a las del resto de Centroamérica. Otro caso es el de Colombia, Venezuela y Ecuador, que pertenecieron, durante la Colonia, a la Gran Colombia, que llegaba hasta la frontera con Costa Rica. Un buen grupo de países árabes tienen banderas similares en virtud de su origen en común.
Es por estas razones, que la Vexilología es una ciencia social, y se desarrolla como una disciplina auxiliar de la Historia. El padre de esta nueva ciencia es el alemán Ottfried Neubecker, sin embargo, fue el profesor de Ciencias Políticas, de la Universidad de Boston (USAmérica), Dr. Whitney Smith, quien le dio el mayor valor, asignándole el nombre de “Vexillology”, en un artículo, de su autoría, publicado en la revista académica The Arab World, en octubre de 1958. En la actualidad, el término es considerado como un vocablo español en el Diccionario de la Real Academia Española.
La vexilología es una de esas ciencias con las que la humanidad podría vivir, si no existiera, y no pasaría nada. Sin embargo, el tema sí cobra importancia cuando una organización o un región desea contar con una bandera o, bien, renovar la que tienen.
Este es el caso del cantón de Grecia, pues hace algunas semanas, en este mismo medio de comunicación, se anunciaba que el Concejo Municipal había adoptado el acuerdo, de manera unánime, para sacar a concurso el diseño de una nueva bandera para Grecia. La bandera actual se adoptó desde diciembre de 2012, cuando el Concejo Municipal, de ese entonces, aprobó la propuesta realizada por el historiador Carlos Alberto Maroto (q.e.p.d), quien la diseñó. El diseño de esta bandera se aprobó en medio de la polémica de un sector de la población, que no la aceptó de buena gana, ya que se parecía más a la bandera de Sudáfrica que de cualquier parte del continente Americano.
El impulsor de la idea es el regidor y presidente municipal, Andrés Stanley, quien propuso crear un concurso en el que los participantes deban postular una idea única y original, como prototipo, para la nueva bandera que representará al cantón de Grecia.
Ya que se abre la posibilidad del concurso, vale recordar los cinco principios básicos, de acuerdo con la Sociedad Española de Vexilología, que se deben de considerar para el diseño de la bandera:
- Simplicidad: el diseño y los colores deben ser tan sencillos que, un niño o una niña de ocho años, la pueda dibujar y pintar de memoria.
- Simbolismo. Los símbolos, imágenes, colores y diseños deben relacionarse entre sí y ser expresivos de lo que quieren representar o transmitir.
- Usar pocos colores. Limitar el número de colores a no más de tres, que sean básicos y contrasten entre sí.
- Sin inscripciones, sellos o escudos. Nunca reproducir inscripciones, escudos o sellos de organizaciones. Una bandera está hecha para verse de lejos, no para leer inscripciones o ver dibujos en ellas.
- Ser diferente. No copiar el diseño de una bandera ya existente, salvo que se pretenda relacionarla con un hecho histórico, geográfico o cultural.
El reglamento para el nuevo diseño de la bandera debe ser más exigente y debe contener, al menos, las dimensiones de ancho y largo de la tela, así como una justificación detallada de la elección del diseño y los colores. Los diseñadores deberán, no solamente indagar sobre nuestra historia, paisaje e idiosincrasia, sino que también deberán estudiar algo, al menos los conceptos básicos, de la vexilología, para que la propuesta sea la mejor aceptada. Para efectos del jurado calificador, las propuestas deberían recibirlas en sobre cerrado utilizando la técnica del pseudónimo. Así mismo, el jurado deberá estar compuesto por personas calificadas para tales efectos. Se espera que, como parte del concurso, alguien quiera presentar la propuesta de mantener la bandera actual, diseñada y justificada por el Dr. Carlos Alberto Maroto; retomar la de colores azul y blanco, anterior a la actual, o bien, sugerir un diseño totalmente nuevo. Ya lo veremos…
Última actualización: 26/05/2021